viernes, 3 de septiembre de 2010

"El retrato del artista adolescente". James Joyce.

“La ecuación en la página de su borrador comenzó a desarrollar una cola cada vez más ancha, llena de ojos y estrellada como la rueda de un pavo real. Y según iba eliminando los exponentes volvía a recogerse y desplegarse despacio. Los exponentes aparecían y desaparecían según los ojos se iban abriendo o cerrando. Y los ojos al abrirse y al cerrarse eran estrellas que nacían o se apagaban. Este vasto ciclo de vida estrellada transportaba su imaginación, hacia afuera, hasta su límite, y, hacia el interior, hasta su centro, mientras una música distante acompañaba tal flujo y reflujo. Pero, ¿qué música? La música se fue aproximando y logró evocar las palabras, aquellas palabras del fragmento de Shelley en que habla de la luna errante, sin compañía, pálida de hastío. Las estrellas comenzaron a desmenuzarse y una nube de fino polvo estelar cayó por el espacio.”