He tenido que comerle
la boca a la muerte
para encontrarte en
el fondo de un plato de ceniza.
Disculpa si me sabe
el aliento a azufre
pero me pillas
delante del espejo
con la sonrisa en el cesto de la ropa sucia
y nada con que taparme.
Podría haber abierto
la jaula para desempolvar las alas
podría haber medido
el ancho de la cornisa
pero la lluvia se
ahoga en los cristales y permanecen
las ventanas en
silencio.
Aunque no te escriba mucho soy un seguidor¡¡¡¡Me dejas impresionado en cada relato que expones en el blog.Soy amigo de Ivan,no te asutes¡¡¡jijijiji
ResponderEliminarLeer y releer. Siempre en momentos tranquilos, cuando acaba el día.
ResponderEliminarY sí, podrían describirse como impresionantes, pero sobre todo intensos... y profundos.
Te felicito por las imágenes que incluyes, condensan lo que se siente al leer tus versos.
Bienvenido Jesús. No me asusto, conozco el juego de sombras y luces de tus fotos y me encantan. Muchas gracias por visitar el blog. Un abrazo!
ResponderEliminarIván, con los fotos tengo todo que aprender, pero bueno, me gusta pensar en una imagen que pueda acompañar y buscarla. Muchas gracias!